antonioPJ
Mensajes : 523 Fecha de inscripción : 30/05/2015
| Tema: EL ESCRIBA - La Mente Lun Dic 14, 2015 12:19 pm | |
| "EL ESCRIBA" - La Mente - Capítulo 5 - LA VOLUNTAD" (Extractos - Pinchar para desplegar):
LA CUARTA DIMENSIÓN - Cap. 5 “La Voluntad”
Hasta que despertamos a la realidad eterna, que es el tiempo, la 4ª dimensión, la voluntad está al servicio de los deseos de la mente, y la mente está al servicio de sí misma, al servicio de sus propios deseos, de sensación, emoción o razón. Porque también la mente se complace a sí misma, dándose la razón que más le interesa.
La mente no tiene identidad real, no existe por sí misma, más que en esta dimensión, la mente comienza su vida en este mundo y la acaba en este mundo. Se pasa toda su vida tratando de ser o tratando de poseer, porque ella es en la medida que posee, pero todo lo que puede alcanzar a ser o a poseer es ilusión temporal.
Cuando el alma despierta, la mente sabe al fin, a quién pertenece, de dónde viene y a dónde va, porque es de la mente de quien se sirve el alma para crear en la 4ª dimensión. Pero mientras la mente ignora la existencia del alma, utiliza a la voluntad en su propio beneficio.
- Capítulo 7 - LA PERFECCIÓN" (Extractos - Pinchar para desplegar):
Cap. 7 “La Perfección” Pág. 68-70
Aunque la mente no tiene más memoria, que la del poco tiempo que vive, lo cierto es que tenemos otro desarrollo que se va gestando a lo largo del tiempo de muchas vidas. Que es el desarrollo cualitativo del alma; la memoria de muchas vidas. Mucho tiempo de perfección que no es visible en esta dimensión.
No es la mente quien puede inventarse la perfección, lo único que la mente puede descubrir en el tiempo, es su propio orden de perfección y este orden es la lógica.
Según va despertando nuestra conciencia a lo largo del tiempo, la voluntad va cambiando de dueño, sirviendo primero a las sensaciones y luego a las emociones. Cuando la conciencia despierta a su propia razón, ya no obedece la voluntad a los deseos o los sentimientos, tanto como a la razón, la lógica, para acumular poder, garantía de seguridad y placer.
En este tiempo del despertar de la conciencia humana, la inteligencia y el pensamiento lógico son el máximo poder, al punto que la realidad social en que vivimos, está dictada por la lógica.
Esta civilización nuestra, es obra del desarrollo lógico de la mente. la lógica es la ley que rige el desarrollo del espacio de tres dimensiones, por ella se sostienen los rascacielos. La lógica es el orden del espacio, es la ley que rige el orden del espacio, pero no es la ley que rige el orden del tiempo, que es el orden de la perfección eterna, que es el orden de Dios.
Esto es decir, que podemos proyectar con la lógica, un rascacielos, pero no podemos proyectar el orden social con la lógica, porque los seres humanos no son ladrillos, ni su paciencia es la misma, y no podemos proyectar nuestro futuro con la lógica, porque el orden del tiempo es perfección superior a la lógica.
Todo el mundo parece estar convencido de lo maravillosa que es la mente, porque la mayoría cree erróneamente que la mente es el centro de la creatividad, el origen de la perfección. Creen que la mente, es quien imagina la verdad, antes de proyectarla y crearla.
Creen todo esto y adoran la inteligencia y la razón lógica como si fuera el poder supremo. Pero siempre viene el tiempo a cambiar los planes lógicos de la mente.
Lo que llamamos inteligencia, es tan sólo memoria. Lo que llamamos razón, sólo es combinación lógica de la memoria.
La mente es el arquitecto de la conciencia en el espacio. La lógica sirve para ordenar el espacio con total exactitud. Pero no sirve para ordenar el tiempo, que es eterna perfección.
La inspiración nueva no nace en la mente, porque la mente necesita ver para creer, y lo único que la mente puede ver es el espacio, y la inspiración no es espacio, sino tiempo, y el tiempo es invisible para la mente.
Es la respiración de la conciencia, quien va inspirando y conduciendo nuestros pasos hacia la perfección del alma.
La mente va guardando en su memoria todos los pasos, y en la medida que los guarda los hace suyos, puede combinarlos lógicamente, y razonar sus propias combinaciones. Y cuanto más aprende, más inteligente se cree, pero todo lo que hace en realidad es archivar en su memoria, porque la mente es memoria y lógica. Y la combinación lógica de la memoria es la razón de la mente.
Con la mente no podemos descubrir la verdad, que es anticiparla, ella tan sólo puede archivar lo que ya ha sucedido, y aunque siempre espera algo nuevo, todo lo que puede guardar en su memoria es el tiempo transcurrido, el pasado.
La mente sólo puede combinar su vieja memoria para presentar por nuevo y verdadero, lo que sólo es una variante más o menos lógica de lo viejo, lo pasado.
Podemos comprobar que la inteligencia es memoria y que la razón es combinación lógica, observando un hecho constatable, un sencillo ejemplo:
Si pedimos a una mente, que nos proyecte una casa donde vivir, y esta mente no ha visto nunca una casa, nos conducirá hasta una cueva.
Si en su memoria hubiera visto a los pájaros y otros animales construir sus nidos y madrigueras, entonces podría proyectarnos una choza.
Para proyectar una casa bonita, la mente debe tener en su memoria al menos dos casas bonitas, y combinándolas lógicamente de múltiples formas, la razón proyectará una tercera casa diferente, pero que de ningún modo será una inspiración nueva, una casa nueva, sino una mezcla de las dos viejas.
Ya sabemos que la verdad no podemos descubrirla con la mente, porque la verdad es tan vieja y tan perfecta que su desarrollo en un espacio de tres dimensiones, lleva una eternidad, que es el tiempo de gestación universal. Todo cuanto podemos hacer para descubrir la verdad, es estar alerta a su desarrollo, que transcurre en el ahora.
Nuestra perfección, como la perfección universal, no tiene su origen en el espacio en desarrollo que es esta dimensión, sino que nuestro desarrollo sigue un orden de perfección, que es el orden de perfección propio del alma. Es decir, que la inspiración verdadera que la mente recibe en forma de idea, que es la luz, procede de la luz misma del alma.
Paso a paso, la mente se va perfeccionando siguiendo el patrón de luz del alma a que pertenece, paso a paso se va desarrollando nuestra perfección en el espacio, acercándose a la perfección del alma, perfección de luz y color.
Cuando nuestra perfección en el espacio, alcanza la perfección del tiempo del alma, nuestra conciencia despierta, y ya no somos mente, sino alma consciente del desarrollo de su propia perfección de luz, desde la materia, la oscuridad.
La idea original es propia del alma.
Las versiones son propias de la mente.
La mente es el proyectista del alma despierta.
La perfección es propia de Dios.
- Capítulo 12 - "EL ANTICRISTO" (Extractos - Pinchar para desplegar):
Cap. 12 “El Anticristo” – Págs. 112-113
Perseguir la perfección del alma, es propio del alma. Como es propio de la mente perseguir su lógico interés, pero no se puede complacer a la mente y al alma, porque la mente se desarrolla guardando, y el alma, dando.
Mientras la perfección del alma conduce a la eternidad, los planes propios de la mente sólo conducen a la muerte. Sólo el plan de Dios, tiene continuidad en el tiempo.
Yo defiendo las razones lógicas de la mente, para proyectar la perfección en el espacio, porque la perfección es ejercicio del alma, pero la mente no puede proyectar el futuro, sino tan solo aceptarlo cuando ya es evidente.
Mi causa no es el interés propio de la mente, sino el interés del alma, y el único interés del alma es su despertar a la 4ª dimensión con luz suficiente.
La mente es contraria a vaciarse, porque su seguridad es llenarse, sólo se queda vacía de un interés para llenarse de otro interés, lógicamente. la lógica nos impide dar de nosotros mismos, porque prevé la pérdida de lo dado, como un hambriento que nunca planta una semilla porque tiene miedo de perderla. la lógica de la mente nos impide dar de nosotros mismos para poder descubrirnos.
La mente nos aleja de la luz del alma, buscando placer, seguridad y poder. Es la razón lógica de la mente quien dicta leyes y órdenes en el espacio, para ser aplicadas en el tiempo, ignorando ella el orden del tiempo, el orden de Dios. Es la mente quien desea el poder sobre sus semejantes, intentando seducirlos con promesas fantásticas, propias de sus razonables pero siempre ciegas conclusiones, sobre la realidad del ser humano y su devenir en el tiempo.
Es la mente quien somete por la fuerza la libre voluntad de todos los hijos de Dios, pretendiendo ordenar el tiempo, según su propio interés.
Es la mente la única culpable de toda negligencia, ignorancia, prepotencia, envidia, e injusticia, que traicionan el alma.
Está la mente tan atascada por sus propios intereses, que no deja fluir la luz del alma, y si no liberáis el alma de la razonable tiranía de la mente, no llegaréis al cielo.
- Capítulo 14 - "EL JUICIO FINAL" (Extractos - Pinchar para desplegar):
Cap. 14 “El Juicio Final” – Págs. 131-135
El tiempo, que ordena la lógica universal, también va ordenando la lógica del espacio, que es la mente, va educando la mente, enseñándola a pensar. El tiempo va perfeccionando la mente, descubriéndole, paso a paso, su propia perfección lógica.
El tiempo es orden superior a la lógica, es el tiempo la ley que ordena la lógica, mientras que la lógica sólo puede ordenar el espacio.
Cuando la mente descubre la realidad final del tiempo, la lógica final de la obra de Dios, que es la perfección misma del alma, la mente se inclina ante tal perfección, creada por la voluntad de Dios, y ya sólo quiere vivir para aprender a recrear el orden de Dios, el orden que reina en el cielo. Allí la mente es útil para ordenar espacio, que es crear en tres dimensiones, y el alma aprende el orden de Dios, la 4ª dimensión. El orden de perfección propio del alma.
Pero todavía estamos en esta dimensión, aquí es la mente quien ordena la realidad en que vivimos, construyendo a su antojo el espacio que ocupa la civilización humana, pero, además, también pretende la mente construir el tiempo, sin conocer ella el futuro, que es el orden de Dios.
Todos los planes de la mente para lograr una convivencia racional, a lo largo de nuestra historia, han fracasado. Hemos intentado tantos planes y fracasado tantas veces, que estamos agotando las posibilidades del pensamiento y estamos agotando la generosidad de la Naturaleza, que es la paciencia de Dios.
Es la mente quien proyecta la convivencia, la libertad, la educación, la seguridad y el futuro de los seres humanos, pretendiendo planificar el tiempo con su propia lógica. Cuando las soluciones prometidas por la lógica, no se cumplen en el tiempo, la mente aporta más razones lógicas para justificar su fracaso, y presenta otra solución más lógica para ordenar la convivencia humana, solución que volverá a fracasar, lógicamente.
La lógica está muy desarrollada, bien fortalecida, y bien defendida, pero la Humanidad en su conjunto, sigue arrastrando sus viejos problemas de pobreza y desorden, y tratando la lógica de solucionarlos, sólo consigue agravarlos, empobreciendo más el planeta y la Humanidad.
Va la Humanidad dando vueltas y más vueltas, cada vez más sobrecargada de problemas, huyendo de sí misma, sin poder pararse por temor a ser aplastada por el peso de sus propios problemas, que no paran de crecer porque tienen su raíz en el pasado, y la lógica humana, ya no encuentra salida razonable a esta situación.
La lógica puede ordenar la perfección en el espacio construyendo herramientas o edificios, cada vez más complejos, más lógicos, pero cuando trata de ordenar el tiempo, el devenir, el futuro de la humanidad, la lógica está condenada al fracaso, porque no conoce el plan de Dios.
Dejamos que sea la mente quien gobierne el tiempo de nuestras vidas, dirigiéndonos hacia el futuro, cuando la mente ignora por completo nuestro futuro y el futuro del universo.
La única realidad que conoce la mente, por sí misma, es el pasado. La memoria de la mente es tiempo pasado, y la razón de la mente es la lógica que la mente va aprendiendo del devenir.
La mente, es memoria y es razón, la memoria es el orden del pasado, la razón es la lógica del tiempo, el orden del devenir. Según va la mente descubriendo el tiempo, va variando su razón, perfeccionando su lógica, de acuerdo con la lógica de Dios, que es lo que la mente descubre al final del tiempo, cuando se descubre a sí misma en la luz del alma.
La personalidad es propia de la mente, de modo que según cambiamos de ideas, que son razones, cambiamos de personalidad.
La personalidad es memoria, es educación de la memoria.
El carácter es propio del alma, pero está modificado por la personalidad ilusoria que la mente va construyendo a base de recuerdos.
La mente sólo es memoria y lógica, que es, tiempo de perfección del alma. la muerte sólo es el fin de la mente, y la perfección alcanzada es del alma. La muerte es propia de la mente, que es tiempo de perfección voluntaria para el alma, para despertar la conciencia a la perfección del alma inmortal.
Siguiendo la Humanidad y el ser humano los planes propios de la mente, seguiremos encerrados en la lógica de la mente, que es la lógica del pasado, ciegos al devenir, empeñados en construir un futuro, dictando leyes y órdenes lógicas, condenados al fracaso por despreciar la ley y el orden de Dios, que es el único plan con futuro.
Si la mente conociera el futuro, se sentirá liberada, podría por fin descansar en la seguridad del saber.
¿Pero quién conoce el futuro?, ¿quién conoce el devenir, que es el orden del tiempo, el orden de la perfección, el orden de la palabra?
¿Quién puede terminar con la angustia de la humanidad? ¿Quién conoce el orden?
Quien conoce el orden de la Palabra, ha sido ordenado por la Palabra, para liberar a la razón humana, de la esclavitud de su propia lógica.
Ya no encuentra la Humanidad una salida para los problemas que ha ido creando en el espacio, que es el pasado, siguiendo su propia lógica.
La lógica de la memoria, cuando se siente sobrecargada y amenazada, es la guerra y la destrucción de los errores del pasado, para volver a empezar un nuevo y lógico futuro.
La guerra y la destrucción es la única salida lógica de la Humanidad en estos tiempos, pero nadie se atreve a nombrarla porque el poder destructivo es mayor que nunca y, lógicamente, la próxima guerra sería el infierno.
Pero los problemas siguen creciendo, haciéndose más exigentes, y la solución lógica acabará por imponerse como única salida razonable. la mente conocerá, al fin, su propia realidad final, que es la ruina de la tierra, el agua y el aire.
El futuro donde nos conducen los planes lógicos de la mente es el infierno, un lugar de desorden y de muerte.
Hay que apagar la luz del interés de la mente, para que no nos lleve al infierno, y encender en el alma la luz de la esperanza, dentro de la ley y el orden que es la Palabra.
Fuera de la ley y el orden de la Palabra, la Humanidad perecerá en la oscuridad que ella misma ha proyectado y ha obrado en su total realización.
Nada podemos reprochar a Dios. Si creemos en él, como si no, tanto da, porque ni tan siquiera hemos contado con él cuando hemos proyectado nuestro futuro llenos de vanidad.
No son los intereses de Dios los que nos están conduciendo al infierno, sino los intereses propios del pensamiento, la razonable lógica con el que tratamos de cimentar y ordenar nuestras vidas en el tiempo, sin conocer el tiempo, que es la Palabra.
Toda la injusticia y la envidia, la ruina y el desorden del mundo, son obra de la mente. Es el interés propio de la mente, y lo despiadado de su lógica, el inspirador de este mundo.
Yo os prevengo contra las conclusiones lógicas, propias del interés de la mente, tratando de reafirmarse en la vida, siendo la semilla de la muerte.
Yo os traigo la luz del espíritu, que es el alimento del alma, y os invito a llevar la luz del espíritu a todas las almas para que puedan ponerse, por propia voluntad, en la ley y el orden de la palabra del Hijo de Dios.
El conocimiento del orden de su Palabra es la sabiduría de mi espíritu. Yo conozco el orden de la Palabra; por eso os digo que el final de la humanidad, no será el final al que le conduce su propia lógica, no será la lógica humana la realidad final, sino la lógica de Dios, que es la perfección del alma.
La Naturaleza nos dará suficientes problemas para alejar de la mente humana la idea de la guerra, para acercarnos así a la solidaridad.
Vengo a deciros que el destino que os ha dado la Palabra no es terminar en el infierno, sino despertaros a la realidad del cielo eterno y a la verdad del alma inmortal.
- 2ª ENTREVISTA - 4ª Pregunta y Respuesta _ DISCERNIMIENTO (Extractos - Pinchar para desplegar):
"En este tiempo de tribulaciones que nos toca vivir anda la Humanidad perdida, dando vueltas cada vez más pobres, incapaz de comprender que las viejas soluciones del ayer no sirven para resolver los problemas actuales que debe afrontar y que tienen su raíz en la falsedad de sus Principios y Valores.
La Humanidad no encontrará una salida razonable si no toma una nueva dirección que la aleje del camino ilusorio del “Tener” para acercarse de nuevo al camino del “Saber” verdadero.
Hasta la saciedad he repetido que la Fuerza Universal no es el dinero sino el Amor y que la verdadera riqueza no consiste en poder comprar sino en Saber Hacer.
Produce sonrojo comprobar que la mayor parte del conocimiento social que se imparte es tan sólo basura. Basura mental que dificulta enormemente la comprensión de la realidad de uno mismo y del mundo en que vivimos. Si de verdad queremos mejorar la sociedad hay que dar el primer paso para mejorar como individuos. En primer lugar hay que empezar por limpiar la mente de toda falsedad, podredumbre y suciedad, dejando tan sólo lo que es bueno, verdadero y útil para todos. En segundo lugar hay que limpiar la sociedad, sin perturbar la paz, de forma sencilla y eficaz, renunciando a trabajar para empresas y empresarios que engañan ofreciendo productos y servicios malos, falsos e inútiles que les enriquecen a ellos mientras empobrecen todo lo demás. Esto es decir que sólo aceptaremos trabajar para quienes hacen o pretenden hacer cosas buenas, verdaderas y útiles para todos.
Sólo cabe enriquecerse uno cuando su trabajo enriquece a todos. Sólo cabe apoyar las ideas buenas, verdaderas y útiles dando la espalda a las demás. Así nos limpiamos y enriquecemos como individuos con una nueva conciencia social, que sabe al menos hacia dónde va."
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